Estrategias para atender el déficit de atención

Estrategias para atender el déficit de atención

Conoce estrategias para atender el déficit de atención. Clave para que los padres y maestros manejen con mayor asertividad a los niños y jóvenes con esta condición. 

Un manejo asertivo del déficit de atención

En general, la mayoría de los padres no saben cuál es el manejo más asertivo para convivir con un niño que presenta déficit de atención. Por eso, muchas veces el contexto familiar empeora la condición del niño y genera mayores alteraciones en las esferas socioafectivas y emocionales.

Esto se profundiza, pues existe la posibilidad de que al contexto se sumen padres que también presentan déficit de atención. Esto se afirma porque se trata de una condición hereditaria.Muchas veces, los padres también tienen una disfuncionalidad a nivel de su hemisferio frontal y de las funciones ejecutivas lo que hace que les cueste planear, organizar y ejecutar. En otros casos, es posible que tengan un trastorno de ansiedad por lo que requieren de una intervención profesional e integral que involucre a toda la familia.

No se puede trabajar al niño como un ente aislado cuando el sistema es disfuncional, es decir, cuando la familia puede llegar a ser disfuncional.

Contar con unas estrategias para atender el déficit de atención es de suma importancia, pues este trastorno es una condición muy compleja que cuando no se atiende asertivamente crea un efecto “bola de nieve”, es decir, empeora con el tiempo y se asocia a los llamados mórbidos.

Por ser una dificultad que impacta en la salud mental del niño es muy importante atenderlo, para evitar las consecuencias que pueden ocasionar en su proyecto de vida.

Estrategias

Veamos algunas estrategias que se deben tener presentes en la interacción con niños que tiene déficit de atención.

  • Ante todo, ofrecer al niño un ambiente armónico, tranquilo y funcional. Un ambiente de escucha, flexible y no excesivamente controlador.
  • Es clave restaurar el vínculo afectivo. Uno de los errores que se comete en la relación con los niños que tienen déficit de atención es establecer un vínculo controlador de su conducta, posiblemente por la ansiedad que genera sus comportamientos. Este vínculo controlador se refleja en las verbalizaciones que se dan en cada instante de la cotidianidad:
    • ¿Cómo te fue en la evaluación?
    • ¿Alistaste el uniforme?
    • ¿Hiciste la tarea?
    • ¿Te comiste todo lo de la lonchera?
    • ¿Apagaste el televisor?
    • ¿Trajiste la chaqueta?

Sin darnos cuenta, todo el día estamos dándoles órdenes a los hijos. Por eso, ellos se sienten como “máquinas” que ejecutan órdenes y no como sujetos partícipes de su proyecto de vida.

Ante ese panorama debemos:

  • Establecer una relación tranquila, que tenga en cuenta sus sentimientos. Es clave remplazar las preguntas controladoras por unas más profundas que indaguen sobre los sentimientos, experiencias, expectativas y motivaciones de los niños. Por ejemplo, si se observa que no le fue bien en una evaluación, se le puede preguntar: ¿Qué podemos hacer para que la próxima vez te vaya mejor?
  • Es indispensable hacerlos sentir capaces y valorar cualquier progreso, por pequeño que sea. Por ejemplo, si se les compra una caja de lápices de colores, debemos reemplazar los mensajes controladores (“No vaya a botar los colores”), pues solo los hacemos sentir culpables por un mensaje positivo, por ejemplo: “te felicito porque hoy trajiste siete de 12 lápices” o “¡Qué bien! trajiste tu cartuchera más completa, has cuidado más tus implementos”. Suena a chiste, pero con esto se busca invertir las circunstancias y restablecer el vínculo de confianza con el niño. Debemos entender que el niño no puede monitorear su responsabilidad.
  • Es clave dar por sentado el esfuerzo, siempre escuchar el sentimiento del niño y no la conducta. Estamos educados para juzgar la conducta del niño pero no para ver el sentimiento. Recuerde que en la mayoría de los casos cuando existe un problema de déficit de atención con impulsividad, el niño no actúa a propósito. Por esta razón, frente a cualquier conducta debemos evitar los reproches y pasar a escuchar sus sentimientos y su esfuerzo.

 

Martha Lucina Hernández,
creadora de Pedagogía Sana

Da clic sobre el título para leer:

Qué es el déficit de atención

Sistema afectivo, déficit de atención y funciones ejecutivas

Clases de atención

Algunos rasgos de los niños con déficit de atención

Tipos de déficit de atención

Mórbidos: patologías asociadas