Existen varios tipos de déficit de atención. Veamos los más recurrentes.
Déficit de atención con hiperactividad, tipo impulsivo
La hiperactividad, es una condición relativamente fácil de detectar, pues los niños se muestran con una excesiva actividad motora, es decir, siempre se encuentran en movimiento sin una finalidad clara o definida. Es como si tuvieran un motorcito activado mientras están despiertos.
La hiperactividad está asociada a otras condiciones como la falta de atención, la inmediatez para actuar, la falta de control, el habla excesiva, la interrupción permanente, la imprudencia, entre otros.
Por otra parte, la impulsividad es una conducta que se observa en el niño que reacciona ante un estímulo, pero no se fija en el contexto. No regula sus impulsos, por ejemplo, en una reunión está conversando su madre con otras personas; el niño llega e interrumpe impulsivamente para contar algo que le pasó, es decir, no es capaz de observar el momento. Es típico que estos niños no sepan comportarse en un contexto de una visita o una reunión.
Déficit de atención tipo inatento
Este tipo de déficit se observa comúnmente en los niños que se muestran “juiciosos” y como no dan problema, pasan desapercibidos, sobre todo en el ámbito escolar. Puede suceder que en el salón de clases sea juicioso, pero si se le observa con detenimiento se descubrirá que está encerrado en su mundo. Por eso termina alejado y “en la Luna”.
Por lo general, estos niños no pueden concluir sus deberes escolares porque pierden rápidamente el hilo de la actividad al quedar absortos en sus pensamientos.
Déficit de atención tipo combinado
En este tipo de déficit, el niño se muestra activo, se mueve constantemente, pero no puede prestar atención a su contexto. Por eso, en el aula de clases no puede responder a las preguntas básicas de los profesores.
Los niños con déficit de atención tienen disfuncionalidad en las funciones ejecutivas; por lo tanto, se le dificulta ponerse y cumplir metas a corto y a largo plazo y no pueden seguir el paso a paso de una tarea o una responsabilidad. No pueden priorizar. No anticipan consecuencias.
Martha Lucina Hernández,
creadora de Pedagogía Sana
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Sistema afectivo, déficit de atención y funciones ejecutivas
Algunos rasgos de los niños con déficit de atención